Resultó demasiado pesada la mochila del 3 a 0 en contra
registrada en Sunchales, por lo que por un gol de diferencia pasó
Libertad a la siguiente ronda y ahora deberá enfrentar a San Martín de
Tucumán.
Los goles franjeados fueron conquistados por Ramón Valdez a los
36 minutos y por Ezequiel Gaviglio a los 49 minutos, ambos en el período
final cuando Guaraní era una tromba desordenada sí, pero llena de garra
y corazón que buscaba con dramática desesperación los goles que lo
podrían llevar a la clasificación.
Se puede decir que Guaraní regaló un tiempo, ya que en la
fracción inicial (en realidad en todo el partido) exageró de los centros
en busca del único delantero de área, Pablo Ostrowski, totalmente
absorbido por la doble marca de los dos corpulentos marcadores centrales
que lo aventajaron siempre en las pelotas aéreas.
Pero más allá de la falta de claridad, de los notorios errores
ofensivos, lo resaltante es la enorme carga de amor propio que pusieron
de manifiesto todos los integrantes del equipo, que aún cuando parecía
que ya no había tiempo para la hazaña, empujados por los gritos del
director técnico José María Bianco, se fueron adelante transmitiendo
desde dentro de la cancha hacía la tribuna un fervor conmovedor lo
que permitió que al final del encuentro, antes que un mar de lágrimas,
el estadio sea una fiesta por la enorme dignidad de los protagonistas de
la dramática contienda.
Le faltó un gol, pero sobró garra y corazón. Eso lo entendió el
público que despiddió al equipo como pocas veces lo hizo en los últimos
tiempos.
Bianco, que luego del partido anunció que continuará como
director técnico, terminó con su equipo invicto como local en Villa
Sarita, ahora falta la otra parte: ganar de visitante.
Con respecto al partido, el dominio territorial fue siempre de
Guaraní, pero había muchos jugadores que se desenvolvían fuera del área y
pocos dentro de él, en la fracción inicial solo Ostrowski. El técnico
visitante conocedor de esa situación, amontonó jugadores de gran
estatura en su sector defensivo y resolvió con relativa comodidad la
enorme cantidad de pelotas que llegaban por elevación, permitiendo
además el lucimiento de la figura del partido: el arquero Darío Sand.
Eso en el primer tiempo.
En etapa complementaria, con el ingreso de Gaviglio y Roldán
cambió el panorama y ya Ostrowski no se encontró muy solo. Pero además
todo Guaraní, más allá de la demora en llegar las conquistas, se fue
adelante con todo, con el nerviosismo lógico de un equipo que no
solamente debía ganar, sino que lo tenía hacer por tres goles de
diferencia.
Llegaron dos, el primero ante un córner de Roldán que empalmó
casi sobre la línea del voluntarioso Ramón Valdez y el segundo de
Ezequiel Gaviglio (que pudo haber ingresado antes) ante un centro bajo
de Leandro Roldán que rechazó a medias Sand y Gaviglio la mandó adentro,
con arco vacío.
Ya no hubo tiempo para más. El partido se fue y con el pitazo
final de Gaymas Tornero, se fueron también las ilusiones de Guaraní,
pero quedó flotando en el estadio la sensación de que el haber puesto
todo al servicio de los colores que defienden estos jugadores, el equipo
y la hinchada se merecían algo más. Se merecían la clasificación.
Esta vez no pudo ser, pero jugando con el corazón como en esta oportunidad, otra vez será. Esperamos que sea muy pronto.
Los cruces de 3° Fase:
Libertad vs. San Martin (Tuc)
Rivadavia vs. Gimn. y Tiro
Gimnasia (CU) vs. Racing (Olavarria)
Juv. Antoniana vs. Juv. Unida Univ.
Clasificados a la 4° Fase:
Sp. Belgrano (San Francisco -Córdoba-)
Santamarina (Tandil)
Dep. Maipu (Mendoza)
San Jorge (Tucumán)