Resulta
difícil explicar cómo se le escapó a Patria un partido que parecía
tener completamente controlado, frente a un rival que hasta avanzado el
segundo tiempo, poco y nada había inquietado al aquero Hernán Panero.
Un
primer tiempo muy pobre en todo sentido ofrecieron Patria y Brown, pero
en ese contexto, fue el equipo formoseño el que siempre mostró más
ganas de llegar al arco rival y estuvo cerca del gol. No tuvo la cuota
de fútbol generada en base al buen trato y darle a la pelota un destino
cierto. Pero a fuerza de empuje, estuvieron cerca de abrir el marcador
Víctor Figueroa, Diego Espínola y dos veces Ángel Ibarra, la segunda
chance de esta último tras un centro de Federico Pérez, fue la más
clara.
En el área de Patria no pasó nada, Gibson no llegó nunca y Panero fue un espectador más.
Para
el comienzo del segundo tiempo quedó la sensación de que Patria si se
animaba a más era candidato a la victoria. Y a los 3’ Rolando Espinoza
ubicado como delantero recibió de espaldas al arco, acomodó el cuerpo y
la pelota y de media vuelta, puso el 1 a 0 para alegría de los
formoseños.
Si
se hacía una proyección de lo poco que había hecho la visita hasta
allí, era para pensar en una victoria de Patria aunque restaba aún mucho
tiempo por jugar. Y siguió sin llegar Brown, hasta que a los 18’ Rubén
Sánchez mandó un centro al área de Patria, sin muchas pretensiones,
Panero salió a buscar la pelota, chocó con un compañero y perdió
contacto con el balón que se fue al fondo de la red.
Desconsuelo
en el dueño de casa y alegría en la visita. Fue un duro golpe para
Patria que perdió totalmente su línea de juego y se dejó ganar por los
nervios. Brown aprovechó el desconcierto y a los 18’ tras un centro de
Sergio González, José Defilippi con golpe de cabeza puso en ganancia a
los misioneros.
Patria
no se repuso más, fue sin orden, menos ideas y muchos pelotazos. No le
alcanzó ni para encontrar el empate y pagó caro el haber entrado en
tanto desconcierto.
FUENTE: Formosa Fútbol.